domingo, 27 de diciembre de 2009
Mi música en el cine
20. "Happy Together" (1997), película del genial Won Kar Wai, quizá la mejor película que trata una relación homosexual, tiene como canción principal la versión de "Happy together" de The Turtles. Simplemente me encanta.
19. En esta escena de "Full metal Jacket" (1987) de Stanley Kubrick se inserta una canción que saca totalmente de cuadro, pero que expresa excelentemente la locura y confusión de la guerra, se trata de "Surfin' Bird" de The Trashmen.
18. "Hable con ella" (2002) es una de mis películas favoritas de Pedro Almodovar, y cuenta con esta intervención de Caetano Veloso que es simplemente espectacular.
17. Una gran artista en una gran película: Börjk canta, baila, sufre y muere en "Dancer in the dark" (2000) de Lars von Trier. Brillante.
16. No fue sorpresa que "Kill Bill" (2003) de Quentin Tarantino tenga tantas buenas canciones... pero "Battle Without Honor or Humanity" de Tomoyasu Hotei en esta parte de la película me parece simplemente perfecta.
15. Quizá la mejor película bélica de la historia, "Apocalipsis Now" (1979) de Francis Ford Coppola. Aquí se muestra a la guerra más dantesca que nunca con "Ride of the Valkyries" de Richard Wagner.
14. "Godzilla" (1998) es un bodrio de película, pero "No shelter" de Rage Against the Machine es simplemente genial, la letra es una excelente crítica al imperialismo cultural (ataca incluso a la propia película: Godzilla pure motherfuckin' filler/
Get your eyes off the real killer...), lamentablemente no encontré el video oficial, pero la idea es clara, denunciar "the thin line between entertainment and war..."
13. La primera película de Tarantino "Reservoir dogs" (1992) cuenta con una escena increiblemente sádica acompañada de una canción increiblemente relajante "Stuck in the Middle" de Stealers Wheel.
12. Infaltable el Spaguetti Wester de Sergio Leone con una película que disfruté mucho: "El bueno, el malo y el feo" (1966), acompañada de la inmortal música de Ennio Morricone.
11. Otra película que es un bodrio "Batman forever" (1995) de Joel Schumacher (no le llega ni a los talones a las versiones hechas por Tim Burton y Christopher Nolan), pero que cuenta con un interesante soundtrack. Aquí una canción que me encantó: U2 con "Hold Me, Thrill Me, Kiss Me, Kill Me".
10. Otra vez el genial Won Kar Wai, maestro del barroquismo en el cine, siempre con la música precisa. La muerte del asesino en "Fallen angels" (1995) es acompañada con una suave canción de Massive Attack que esconde la furia y la resignación del pistolero.
9. Otra vez Stanley Kubrick con la imprescindible de la ciencia ficción "2001: Odisea en el espacio" (1968), y una escena clásica del cine con la melodía "Así habló Zarathustra" de Strauss (que por cierto, tomó el nombre del libro de Nietzsche).
8. Película clave de los 90s, "Pulp Fiction" (1994) de Tarantino. La canción que queda grabada en nuestra mente después de ver la película es esta melodía característica del surf rock: "Misirlou" con el performance de Dick Dale & His Del-Tones.
7. La sonata claro de luna de Beethoven en la gran película "El hombre que nunca estuvo" (2001) de los hermanos Coen. Las escenas son lienzos en movimiento, la canción fenomenal.
6. Me fascina cuando "Shape of my heart" de Sting suena al final de "El profesional" (1994) de Luc Besson, pelicula que inmortalizará a Jean Reno y a Natalie Portman.
5. "The house of the rising sun" de The Animals suena mejor cuando acompaña a los ganster de "Casino" (1995) de Martin Scorsese. Una de mis películas favoritas del director neoyorquino y una de mis canciones favoritas de los 60s.
4. Cuando uno está lejos de casa jugando con el destino, "Into the wild" (2007) de Sean Penn, es una película que te llena de valor. Eddie Better genial con todas las canciones pero especialmente con esta preciosa "Long Nights".
3. Adoro "Eterno resplandor de una mente sin recuerdos" (2004) de Michel Gondry, una de mis películas de amor favoritas. Y esta canción "Everybody’s Gotta To Learn Sometime" en versión del genial Beck es sencillamente espectacular.
2. De nuevo Won Kar Wai y una de las películas más hermosas que he visto "In the mood for love" (2000). Todas las canciones de la película podrían ser parte de esta lista (conmovedoras son las escenas con las canciones de Nat king Cole), pero elegí la más sublime: "Yumeji's Theme" de Shigeru Umebayashi:
1.Finalmente, la joya de The Doors: "The End", un réquiem hecho rock por el poeta Jim Morrison y el inicio de "Apocalipsis Now" (1979). Mejor canción para una película bélica no hay, ni tantos sentimientos condensados en unos minutos. Para mi la mejor.
viernes, 23 de octubre de 2009
Radical humor negro: “Quémese después de leerse” de los hermanos Coen
Se trata pues de una película kafkiana, donde lo sin sentido toma un papel fundamental y lleva a trágicas consecuencias. Osborne Cox (John Malkovich), empleado del servicio de inteligencia, renuncia por no querer aceptar el cambio de puesto, entonces decide dedicarse a escribir sus memorias mientras su esposa (Tilda Swinton) lo detesta y piensa en la manera de divorciarse y vivir con Harry Pfarrer (George Clooney). El señor Cox olvida sus memorias en el gimnasio, las que llegan finalmente a las manos de la vacía y marchita Linda Litzke (Frances McDormand) y el superficial y hueco Chad Feldheimer (Brad Pitt). Linda necesita dinero para hacerse sus cirugías estéticas, así que junto con Chad intentan chantajear al señor Cox pensando que lo que encontraron era importante información confidencial.
Así, el argumento avanza como una enredadera de historias. El que engaña no sabe que en verdad es engañado, el que persigue no sabe que está siendo perseguido, los extorsionadores son extorsionados y la víctima termina siendo victimario. La película muestra la odisea que puede vivir cualquier persona ordinaria en su mundillo de trabajo, matrimonio, gimnasio, fiestas sociales y relaciones extramatrimoniales.
Hechos absurdos que llevan a situaciones absurdas que al final desencadenan consecuencias funestas. Ese es el hilo conductor del film y que me recuerda en gran medida a la genial “Fargo”.


Ojo, que esta no es una película convencional, como no lo son normalmente las películas de los Coen. Los que quieren ver una comedia con gags sucesivos o quienes quieren ver un drama con un nudo tenso y un desenlace diáfano terminarán de ver el film con un signo de interrogación en la cabeza y preguntándose ¿De qué se a tratado todo esto? Justamente ese es el mayor valor del film, mostrarnos como situaciones tan absurdas (que pueden ser muy reales) son a la vez trascendentales; como muchas veces después de correr tanto nos damos cuenta que nada tiene sentido. Por eso, al final buscarle a la historia razones y objetivos no sirve de nada. No busquen respuestas en los Coen, no las encontrarán.
TITULO ORIGINAL: Burn After Reading
AÑO : 2008
DURACIÓN : 96 min.
PAÍS : Estados Unidos
DIRECTOR : Ethan Coen, Joel Coen
GUIÓN : Ethan Coen, Joel Coen (Novela: Stansfield Turner)
REPARTO : George Clooney, Frances McDormand, John Malkovich, Tilda Swinton,
Brad Pitt
MÚSICA : Carter Burwell
FOTOGRAFÍA : Emmanuel Lubezki
sábado, 3 de octubre de 2009
Historias de amor y desamor: My blueberry nights
El estilo y temática del autor están selladas en cada una de sus obras, como en la agresiva “Fallen Angels”(1995) o la imprescindible “Chungking Express”(1994), en la primera se muestra el desamor de una pareja de criminales y sus consecuencias; en la segunda se muestra el amor reconstruido a partir de historias de soledad y abandono. Imposible dejar de nombrar la premiada “Happy Together” (1997), que desarrolla la ruptura infinita de dos amantes homosexuales. Sin embargo, la cumbre del director chino para muchos es “In the Mood for Love” (2000) verdadera obra maestra de imágenes y evocaciones, historia de un amor imposible que se resume en la frase sabiniana: “No hay nostalgia peor que añorar lo que nunca, jamás, sucedió”; esta historia de desamor tuvo una continuación sofisticada en “2046” (2004).


“My Blueberry Nights”, constituye la primera película del director honkonés a la americana. Traducida en nuestra cartelera con el cursilesco nombre de “Buscando un amor” (que evoca más bien esas comedias románticas gringas que se estrenan indiscriminadamente) a primera impresión resalta por los actores con los que cuenta: una debutante Norah Jones (Elizabeth), Jude law (Jeremy), Natalie Portman (Leslie), David Strathairn (Arnie) y Rachel Weisz (Sue Lynne).
Elizabeth llega a un café con el corazón roto, conoce a Jeremy y luego de mantener una fugaz conversación le deja las llaves de su apartamento al que no pienso regresar más. Se establece así una relación/conexión espontánea entre ellos, que se materializa en largas conversaciones nocturnas. Sin embargo, Elizabeth decide marcharse, en realidad huir, como una necesidad de oxigenar el corazón y olvidar. En el viaje encuentra personajes entrañables como el policía alcohólico Arnie y su desdichada existencia desde que su mujer la abandonó; también conoce a la apostadora Leslie que le trata de enseñar sin mucho éxito a no confiar. Ella está ahí en una búsqueda que tiene comienzo pero no final, escribe a la distancia a Jeremy, como su lejano cómplice, y viaja externa e internamente explorando los caminos de la soledad.

Las películas de Wong Kar-wai no solo deben verse, necesitan ser admiradas. El detalle de los colores, la música, las frases hacen un lienzo que se muestra en cada segundo. El director quiere mostrar la belleza de lo cotidiano a fuerza de llenarlo de color y acompañar la escena con una canción perfecta. La imagen de los labios de Elizabeth salpicados con pastel de arándanos es un claro ejemplo de ello. Sin embargo, en esta ocasión si bien el film tiene una textura vistosa y la música es acertada, esta última no tiene la trascendencia de otras de sus películas. No lo mencioné, pero pareciera que en sus films el director chino esculpiera la música para cada escena, haciéndola memorable. En sus películas podemos escuchar desde sensuales tangos, hasta a los Beach Boys o Nat King Cole, cada melodía en simetría perfecta con las imágenes. En esta ocasión destacan, como no puede ser de otro modo, el rhythm and blues, el soul y el jazz.
“My blueberry nigths” tiene sin duda el sello del director, pero a diferencia de sus otros films aquí no toma riesgos, no es un Wong Kar-wai barroco y sensual, como solo él puede serlo; tampoco es exuberante y extraordinariamente insolente. Es posible que la industria haya parametrado un poco el director, no obstante, los méritos del film son innegables, y para algunos seguidores de este maestro del cine contemporáneo (entre los que me considero) hay un agradable sabor en ver su obra en otras fronteras, y es que antes que entender ello como una paralización o una traición, puede apreciarse como parte de una constante innovación.

Las metáforas también juegan un papel crucial en el film: las llaves de las que no queremos deshacernos como símbolo de una siempre latente posibilidad, o la distancia como una necesidad para olvidar y a la vez una forma de acercarse más a alguien. A Elizabeth le bastaba con cruzar la pista para llegar desde su apartamento hasta el café de Jeremy, sin embargo, era necesario previamente darse un largo viaje físico e interior para poder cruzar finalmente al otro lado. Que esta película sea el puente para cruzar al universo del genial Wong Kar-wai.
Dirección: Wong Kar-Wai.
País: China/Francia.
Año: 2007.
Duración: 110 min.
Género: Drama.
Interpretación: Norah Jones (Elizabeth), Jude Law (Jeremy), David Strathairn (Arnie), Rachel Weisz (Sue Lynne), Natalie Portman (Leslie), Chan Marshall (Katjia).
Guión: Wong Kar-Wai y Lawrence Block; basado en un argumento de Wong Kar-Wai.
Producción: Jacky Pang Yee Wah.
Música: Ry Cooder. Fotografía: Darius Khondji.

domingo, 27 de septiembre de 2009
Preciosa violencia: Eastern Promises
Imposible perderse una película de David Cronenberg, por más que sus apariciones sean verdaderamente fugaces y casi imperceptibles en nuestra cartelera local. Y ello porque en muchas de sus películas este director, como ningún otro, puede mostrar de manera totalmente descarnada historias sencillas, casi rutinarias pero que esconden las verdades más bizarras y las situaciones más extremas. Desde las perversiones sexuales de un ejecutivo publicitario en “Crash” (1996), hasta los extremos de violencia a los que puede llegar el más tranquilo y amoroso padre de familia en “A history of violence” (2005), Cronenberg muestra la violencia y la perturbación emocional como algo latente, escondido y que puede salir a flote en cualquier momento como una manifestación natural del ser humano.
Sin embargo, la marca registrada de Cronenberg es la libertad que se toma para mostrar lo que no nos gusta ver. Las escenas grotescas, explícitas, sangrientas para muchos muy desagradables son tomadas por el director como un instrumento que puede ser objeto de valoración artística. Desde "Videodrome" (1983), “The Fly” (1986), hasta "eXistenZ" (1999), en cada nueva película es importante estar preparado para ver las escenas que habitualmente son denominadas como capaces de herir la susceptibilidad.
En “Eastern Promises” (traducida como Promesas peligrosas) se observa nuevamente todos los componentes de la obra de Cronenberg, unos en mayor medida que otros. Se trata de una película que podría ser catalogada como un simple triller de espionaje, pero que se convierte en una historia de sacrificio brutal. En líneas generales la trama gira en torno a un sector de la mafia rusa afincada en Londres. El jefe de la banda ha violado a una adolescente de 14 años que manda a matar antes de dar a luz. En el hospital muere la joven pero el niño queda en manos de la enfermera (Naomi Watt) que trata de hacer lo posible para encontrar a su familia, razón por la cual se apodera del diario de la joven (en ruso) y busca que su tío lo traduzca. Eso implica descubrir que el mayor implicado es el jefe de esa mafia rusa, un viejo dueño de un restauran que parece inofensivo, cuyo hijo Kirill (Vincent Cassel) despotrica con el dinero y no tiene las agallas del padre. Kirill trabaja con Nikolai (Viggo Mortensen), una suerte de empleado que hace los mandados.
Nikolai posteriormente llega a obtener la confianza del hijo y el padre e inmiscuirse al máximo en la mafia rusa. Y aquí es importante resaltar esta actuación extraordinaria. Ver a Mortensen es ver al asesino más frío que uno puede imaginar, dispuesto a realizar cualquier acto de crueldad con tal de seguir a las órdenes de la mafia rusa, aparentemente. La fuerza interpretativa llega a un nivel de realidad increíble capaz de convencer a cualquiera. Destaca, sin duda, la escena del sauna donde los cuchillazos bailan a diestra y siniestra sobre el cuerpo tatuado y desnudo del genial actor, una de las mejores escenas de peleas que he visto. La hermosa Naomi Watt también cumple con su papel excelentemente. Evoca muy bien el temor de una mujer decidida, pero que de la noche a la mañana se ve envuelta un mundo de crimen.

Dirección: David Cronenberg.Países: Reino Unido, Canadá y USA.Año: 2007.Duración: 100 min.Género: Drama, thriller.Interpretación: Viggo Mortensen (Nikolai Luzhin), Naomi Watts (Anna Khitrova), Vincent Cassel (Kirill), Armin Mueller-Stahl (Semyon), Sinéad Cusack (Helen), Jerzy Skolimowski (Stepan).Guión: Steve Knight.Producción: Paul Webster y Robert Lantos.Música: Howard Shore.