Esta es una película en extremo sarcástica, cínica e irónica: los hermanos Cohen en toda su expresión. De argumento enrevesado, situaciones extremas, diálogos inteligentes y mordaces, hay una fuerza capital que guía el film en un laberinto de conjeturas: el absurdo.
Se trata pues de una película kafkiana, donde lo sin sentido toma un papel fundamental y lleva a trágicas consecuencias. Osborne Cox (John Malkovich), empleado del servicio de inteligencia, renuncia por no querer aceptar el cambio de puesto, entonces decide dedicarse a escribir sus memorias mientras su esposa (Tilda Swinton) lo detesta y piensa en la manera de divorciarse y vivir con Harry Pfarrer (George Clooney). El señor Cox olvida sus memorias en el gimnasio, las que llegan finalmente a las manos de la vacía y marchita Linda Litzke (Frances McDormand) y el superficial y hueco Chad Feldheimer (Brad Pitt). Linda necesita dinero para hacerse sus cirugías estéticas, así que junto con Chad intentan chantajear al señor Cox pensando que lo que encontraron era importante información confidencial.
Así, el argumento avanza como una enredadera de historias. El que engaña no sabe que en verdad es engañado, el que persigue no sabe que está siendo perseguido, los extorsionadores son extorsionados y la víctima termina siendo victimario. La película muestra la odisea que puede vivir cualquier persona ordinaria en su mundillo de trabajo, matrimonio, gimnasio, fiestas sociales y relaciones extramatrimoniales.
Se trata pues de una película kafkiana, donde lo sin sentido toma un papel fundamental y lleva a trágicas consecuencias. Osborne Cox (John Malkovich), empleado del servicio de inteligencia, renuncia por no querer aceptar el cambio de puesto, entonces decide dedicarse a escribir sus memorias mientras su esposa (Tilda Swinton) lo detesta y piensa en la manera de divorciarse y vivir con Harry Pfarrer (George Clooney). El señor Cox olvida sus memorias en el gimnasio, las que llegan finalmente a las manos de la vacía y marchita Linda Litzke (Frances McDormand) y el superficial y hueco Chad Feldheimer (Brad Pitt). Linda necesita dinero para hacerse sus cirugías estéticas, así que junto con Chad intentan chantajear al señor Cox pensando que lo que encontraron era importante información confidencial.
Así, el argumento avanza como una enredadera de historias. El que engaña no sabe que en verdad es engañado, el que persigue no sabe que está siendo perseguido, los extorsionadores son extorsionados y la víctima termina siendo victimario. La película muestra la odisea que puede vivir cualquier persona ordinaria en su mundillo de trabajo, matrimonio, gimnasio, fiestas sociales y relaciones extramatrimoniales.
Hechos absurdos que llevan a situaciones absurdas que al final desencadenan consecuencias funestas. Ese es el hilo conductor del film y que me recuerda en gran medida a la genial “Fargo”.

Las actuaciones son en su mayoría formidables. Brad Pitt hace el papel de tonto de manera genial, con dotes histriónicas para muchos desconocidas. Malkovich, como siempre solvente y Clooney haciendo el papel que mejor sabe, el de galán retro. Pero, sin duda, la mejor actuación de la película es la de Frances McDormand, con una inocencia y oquedad que nos causa lástima pero también, sádica y maliciosa gracia.

Ojo, que esta no es una película convencional, como no lo son normalmente las películas de los Coen. Los que quieren ver una comedia con gags sucesivos o quienes quieren ver un drama con un nudo tenso y un desenlace diáfano terminarán de ver el film con un signo de interrogación en la cabeza y preguntándose ¿De qué se a tratado todo esto? Justamente ese es el mayor valor del film, mostrarnos como situaciones tan absurdas (que pueden ser muy reales) son a la vez trascendentales; como muchas veces después de correr tanto nos damos cuenta que nada tiene sentido. Por eso, al final buscarle a la historia razones y objetivos no sirve de nada. No busquen respuestas en los Coen, no las encontrarán.
TITULO ORIGINAL: Burn After Reading
AÑO : 2008
DURACIÓN : 96 min.
PAÍS : Estados Unidos
DIRECTOR : Ethan Coen, Joel Coen
GUIÓN : Ethan Coen, Joel Coen (Novela: Stansfield Turner)
REPARTO : George Clooney, Frances McDormand, John Malkovich, Tilda Swinton,
Brad Pitt
MÚSICA : Carter Burwell
FOTOGRAFÍA : Emmanuel Lubezki
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